En la primera edición nos arriesgamos a darle color a una prenda que estaba manchada, pero que aún tenía potencial. Esta vez usamos cáscara de cebolla, pero puedes usar diferentes desechos diarios como frijoles, vino o flores secas.
Descarga la guía y empieza a reparar tu relación con el vestir.
ความคิดเห็น